Don Luis de Belluga y Moncada |
Don Luis de Belluga y Moncada, cardenal de la Santa Iglesia
Católica nace en Motril el 30 de noviembre de 1662. Contando solo catorce años recibió las
ordenes menores en el Seminario. Ya consagrado sacerdote fue profesor del
Colegio de Santiago de Granada, canónigo magistral de la catedral de
Zamora y lectoral de la de Córdoba. En 1702, cuando estalló la guerra de
sucesión por el trono de España, tomó parte por Felipe V, llegando a
reclutar y armar mas de cuatro mil hombres a su expensas, contribuyendo de
esta manera a instaurar una nueva casa real, la de los Borbones. En 1705,
fue nombrado por Felipe V, para el obispado de Cartagena. Asimismo le
designó virrey general de Valencia y Murcia. Entusiasta defensor del
trono, publicó una pastoral y un manifiesto en favor del rey. Desde su
nombramiento al frente de la diócesis, estuvo presente en la totalidad de
los asuntos políticos, ya fueran religiosos o civiles.
El Papa Clemente XI le nombró Cardenal, ya revestido de su condición de cardenal, en 1724, hizo que el Papa publicase la bula " Apostolici Ministerie" que pronto fue llamada "Bula de Belluga", que no fue bien acogida por el clero. En todas sus facetas, mostró una mente clara y un gran talento destacando como teólogo, sociólogo, jurista, economista, moralista, reformador de costumbres sociales y benefactor de la sociedad de su tiempo. Su obra es inmensa, levantó casas-hospicio y hospitales, fundó 33 montepíos, se adelantó 40 años al proceso colonizador y repoblador, saneó pantanos y creó tres nuevas poblaciones en la vega baja del Segura, mejoró notablemente los colegios, creó el Seminario de Teólogos, intentó levantar un embalse y estableció cortijos para repartir las tierras. Fue un fielísimo devoto de la Virgen en su advocación "De los Dolores". Uno de los pueblos fundados por el en 1715 lleva este nombre, "Dolores". No olvidó su pueblo natal, Motril, porque enriqueció con magníficos dones la capilla dedicada a la Virgen, que él mismo mandara construir dentro del templo de la parroquia de la Encarnación, la cual en 1744 fue elevada, además de Mayor, Colegiata insigne a instancias del Cardenal y por bula de Benedicto XIV |