MANUEL RODRÍGUEZ-MARTÍN  Historiador y escritor español, más conocido por Juan Ortiz del Barco, nace en Motril (Granada) e1 14 de Enero de 1859. Y m. en San Fernando (Cádiz) el 29 de Enero de 1914. Descendiente de una distinguida familia venida á menos, RODRÍGUEZ-MARTÍN, que empezó vistiendo a los veinte años la honrada blusa del marinero, lo debió todo a su inteligencia, su amor al estudio y  su pa­triotismo. Tres años después de su ingreso en la Armada como marinero, obtuvo por rigurosa oposición una plaza en el cuerpo auxiliar de oficinas de Marina, en el que llegó al empleo de comandante asimilado, al mismo tiempo que ejercía la profesión de procurador de los Tribunales, donde eran apreciadas su capacidad y honradez.

                             A pesar de tan absorbentes ocupaciones, RODRÍGUEZ-MARTÍN, cuya preciada inteligencia no le permitía dedicarse solamente al exacto cumplimiento de sus tareas burocráticas, consagró no poca parte de su tiempo a las investigaciones históricas y a la ciencia jurídico militar, llegando a ser una verdadera autoridad en tales materias, autoridad que elogiaron sin tasa hombres tan eminentes como el general Alcalá Galiano, doctor Thebussem, el arzo­bispo López Peláez, Eduardo Sanz Escartín, Mariano de Cavia, Julio Cejador, Rodríguez Marín, el mar­qués de Cerralbo, (Juan Bautista Amorós “Silverio Lanza”1) y tantos otros que se honraban con la amistad del hombre sabio, probo y modesto, para el cual, encerrado en su modesto rincón de San Fer­nando, donde pasó casi toda su vida, no existían más que su familia y el amor al estudio. RODRÍGUEZ-MAR­TÍN gozó de todos los honores que en España pueden concederse al que no se ocupa de política, y así, amén de gran número de cruces y condecoraciones que le fueron concedidas, fue correspondiente de las Acade­mias de la Historia y de Ciencias Morales y Políticas, y de casi todas las de la región andaluza. Su labor es extraordinaria por lo copiosa y lo erudita. Aparte de una colaboración asidua en muchos periódicos y revistas, publicó las siguientes obras: Estudio completo del derecho de propiedad, en colaboración con el auditor de Guerra Cándido-Bonet (1888); Cartilla sobre Sociedades cooperativas (1889); Derecho militar marítimo (1891); La revolución anárquico-social, con motivo de los sucesos de Jerez (1892); Código de la Marina de Guerra en forma de Diccionario (1892); Marinos escritores (1894); Estudio  histórico-crítico sobre la administración de justicia en la Armada (1896)¡ El periodismo, por cuyo trabajo obtuvo una medalla de oro (1897); Españoles é ingleses y americanos, escrita á raíz de la pérdida de las colonias (1898); Cartas marítimas, notable por su erudición y por la valentía de los concep­tos (1900-03); Americanos y españoles (1905); Estudio histórico sobre la ruptura del proyectado enlace entre el príncipe don Carlos y la infanta de España María de Austria (1905); Cervantes por Cervantes, en el 289 aniversario de su muerte (1905); Cervantistas (1905); Mares territoriales (1906); La..mujer española (1907); Batiburillo marítimo (1912); Crónicas motrileñas, en las que trató con maestría asuntos sobre la historia de su ciudad natal, que le nombró su cronista oficial y dio su nombre a una calle. Dejó varias obras en prosa, de las cuales sus hijos han publicado; Ejecutoria de Motril (1915) y Los siete dulces de mi tierra (1921), así como numerosos materiales para una importante obra acerca del cardenal Belluga, sobre cuya personalidad había ya publicado un erudito estudio.

 TULOS DE LAS “CRÓNICAS MOTRILEÑAS” EDITADAS

  “¡La torre se cuartea!”, “D. Juan Luminati, Conde de Santa Gadea”, “López Sánchez”, “Arquellada”, “Marqués y no Conde”, “Los Tros de Ilarduya”, “Los Moreno de Salcedo”, “El “Padre Maldonado”, “Álvarez Cortés”, “Acequia Anárquica”, “Voto de la Concepción”, “Pan por una onza”, “El Voto de Santo Tomás”, “Salazar”, “Correspondencia privada”, “B.S.I del R.”, “La Dehesa”, “Por un Postigo”, “Los Franciscanos”, “El Horno Nuevo”, “El justo medio”, “D. Miguel Cuevas”, “Alhajas de la Colegial”, “Una pregunta”, “¿Irredimible?”, “El Diezmo”, “Historia e historiadores”, “El Escribano Peña”.  “Ejecutoria de Motril” (1913); “Vindicación de Belluga” (1915)

  N/b.- El nombre y apellidos originales eran MANUEL RODRÍGUEZ MARTÍN. Sus hijos, para no perder la ya acostumbrada unidad, solicitaron la unión de ambos apellidos, petición que fue concedida por Real Orden del 11 de Agosto de 1921 (Diario Oficial número 178)


1 Por mi condición de Cronista Oficial de Getafe, conocedor de varios textos, añado esta cita por su importancia en las relaciones literarias. 

(Texto de la Enciclopedia Espasa Calpe), recogido y enviado por Manuel de la Peña R-Martín, Cronista oficial de Getafe