Cándida Jiménez Cazorla nace en Motril el 29 de mayo de 1876. Casada con D. Juan Pérez Cantos, enviudó a los pocos años de contraer matrimonio. Toda su vida transcurrió en Motril.
De ella, dos cronistas motrileños, Antonio Ayudarte y José López Lengo, han escrito semblanzas, aquí se han resumido y tomado como hilo conductor.
Ayudarte, que incluyó con toda merecimiento a nuestra distinguida dama entre sus veinticuatro personajes de Motrileños ilustres (1986), decía que no llegó a conocerla personalmente porque cuando trató de visitarla se lo impidieron delicadamente pues no aceptaba visitas de jóvenes curiosos; vivía en la modesta casa de su hija, situada en la calle Comedias 14, que ella idealizaba como si se tratase de un esplendoroso castillo blasonado, reservado al núcleo familiar sobre el que derramaba entrañable cariño. Esa actitud nos facilita pretexto para justificar la escasez de datos personales que poseemos de la poetisa motrileña.
Aventuramos que ese aislamiento era consecuencia de una dignidad personal que rechazaba inspirar compasión a causa de su condición de viuda, madre, inválida y precaria situación económica (con frecuencia pedía a los amigos escritores la distribución de su obra; y su hija Carmen hubo de colocarse en el Coliseo Viñas). En cambio, frecuentaba la correspondencia epistolar con personajes relacionados, de alguna manera, con las letras; por ejemplo, se carteaba con Francisco Pérez García, con Juan Rodríguez Pintor, con José María González de la Torre (periodista y escritor motrileño en Almería y Granada); etc. En cuanto a relaciones sociales eran las normales para una mujer de su tiempo.
Doña Cándida pertenecía a un linaje motrileño distinguido. Su educación estuvo presidida por las normas, de entonces en uso, que correspondía a una señorita de su rango. Todas las noticias que de ella se tienen, aseguran que era bonita, inteligente y soñadora. Es posible que esta última cualidad fuera su carisma y que, no le permitiese ser feliz más que cuando se forjaba su mundo poético muy lejano del anodino ambiente que le asediaba.
Su Obra
La producción poética de Cándida Jiménez Cazorla se recopila fundamentalmente en sus dos poemarios conocidos: "Intimidades" y "Cuentos y versos". Había anunciado la publicación de un tercer libro que, al parecer, no llegó a ver la luz, o si la vio no ha llegado a nuestras manos ni a nuestro conocimiento, sólo sabemos lo que le comunicaba a José María González de la Torre en carta fechada el 12 de marzo de 1934, cuyo último párrafo dice literalmente:
«Tengo en preparación un tercer libro que quizás titule "Crepusculares” en las que irán mis últimas producciones, una serie de crónicas literarias y gran número de "siluetas" de personas destacadas de esta población. Pero como aún me quedan por vender unos sesenta libros de esta última obra (se refiere a Cuentos y versos), quiero rogar a Vd. vea si pudiéramos colocar en esa capital algunos (en Almería; después sería destinado nuestro paisano al diario Patria de Granada), a fin de ayudar a la nueva obra que preparo. Si ello fuera factible, me escribiría V. en seguida, demandándome el número de los que necesite.
Recibí su felicitación de entrada de año.
Y sin más, cuente V. con la estimación de la que se ofrece su más atta. amiga y compañera, q.e.s.m.»
Además de las poesías contenidas en los dos libros indicados, publico otras varias en revistas no solo locales, sino tamben de difusión provincial y nacional: entre las primeras,”Prtfolio del Litoral Granadino”, “La Costa del Sol”, “Efemérides y otras”; entre las provinciales, “El Defensor de Granada” y “Reflejos”; y entre las nacionales, “Unión Hispano Americana de Madrid”. La publicada en la Costa del Sol, con el titulo “A Motril” concursaba en un certamen literario convocado por la revista, bajo el lema Maria del Calvario, obteniendo el segundo premio.
En 1933, el 18 de octubre, se le rindió un homenaje en el Centro Cultural Recreativo, (durante la feria de octubre), celebrando una Velada- Certamen en el Teatro Calderón. En este acto, José Garcés Herrera, disertó sobre la obra literaria de la homenajeada; y se leyó una poesía de esta dedicada al Centro Cultural Recreativo. El poeta José Videras Velarde, recitó un poema que compuso para la homenajeada. Se representaron dos piezas teatrales. El acto estuvo amenizado por el “Sexteto Musical Tamayo”-
Falleció el 30 de diciembre de 1941 en el Motril que había visto nacer y vivir.
Relato basado en el libro “Motrileños Ilustres”, de Antonio Ayudarte, publicado por el Excmo. Ayto de Motril en 1986 y artículo publicado en “El Faro” en su número especial navidad 2005